salsinmiedo


¿Cuál Artículo 68?

First Gay Wedding Show In ParisMe quiero pronunciar ante un tema de justicia social, oportunamente cercano a una de la infinita lista de dimensiones que me constituyen como ser humano social y contribuyente. No obstante, haré lo que mejor he aprendido a ser en mi corta vida, seré paciente. A pesar del orgullo que siento por la humilde capacidad que hoy tienen más seres humanos de reconocer sus errores y asumir su responsabilidad en las páginas de la historia, esperaré a que este valioso precedente se traduzca a una verdadera transformación de política pública. Por consiguiente se reconozca de una vez y por todas, el carácter sociológico del matrimonio, esto es, la formación de un proyecto de vida en común, todo ello conducente al verdadero reconocimiento de derechos humanos, enfatizo humanos, en Puerto Rico. Confío se trate de una verdadera recapacitación política hacia el humanismo y no una cobarde estrategia de naturaleza partidista. Anhelo el día en que los y las que así deseen, puedan conformar una familia en la isla que aún no ha perdido todo su encanto… ¡Enhorabuena boricua!



Tabú: Todo aquello que está prohibido hacer o decir,ya sea por convenciones religiosas,psicológicas o sociales

Guía-Uruguay-copyA propósito de la ahora controversial propuesta educativa aprobada por el Departamento de Educación de Puerto Rico, me permito una reflexión y actualización en torno al estado de la educación sexual inclusiva (específicamente, inclusiva de las sexualidades poco convencionales). Cabe destacar que la relación entre ambas, aunque no explícita, no debe pasar por desapercibida. En el momento en el que aceptamos el reto de problematizar y potencialmente reducir las estadísticas de violencia de género, violencia intrafamiliar, violación de derechos laborales, y cualquier delincuencia misógina, también apostamos a una reducción considerable en actos de heterosexismo, homofobia, acoso escolar-laboral por motivo de identidad de género u orientación sexual, y sobre todo, la auto discriminación. He ahí el vínculo incuestionable entre dos propuestas que persiguen la equidad sexual y la justicia social.

La violencia sexual es un hecho real y tangible, ignorado por muchos/as, en gran medida por el alto grado de incomodidad que implica su consideración pública. Entre sus repercusiones se encuentran la actividad sexual precoz y por consiguiente el contagio de infecciones y enfermedades de transmisión sexual, la prostitución, el desarrollo prematuro de trastornos mentales, el abuso de sustancias controladas, el sentido de vergüenza y humillación en general y la auto-mutilación en particular. Si bien sería apresurado suponer que en la educación inclusiva de las sexualidades reside la respuesta a las problemáticas identificadas, no cabe duda que en el conocimiento de la información científica y la enseñanza hacia el respeto y la aceptación radica la posibilidad del cambio.

La labor de los centros de educación es la enseñanza. Mientras la información que rescaten nuestros/as jóvenes acerca su sexualidad sea impartida por sus compañeros/as de clase y dictada por las temerosas redes sociales, en el mejor de los casos, y humillada o meramente desacreditada por los/as fanáticos/as religiosos/as, las estadísticas que aspiramos aminorar harán exactamente lo contrario.

Sumémonos a las iniciativas de Ontario, Canadá en sus esfuerzos por un currículo de educación sexual incluyente de identidades de género y orientaciones sexuales desde tercer grado de primaria, enfocado en un discurso de aceptación de diferencias. O a otras como las de Reino Unido, en su interés por introducir de manera compulsoria una política educativa de inclusión de manifestaciones sexuales y relaciones no heterosexuales en ánimos de combatir el acoso escolar. En los Estados todos Juntos, algo retrasados como de costumbre, el Acta para la Educación Real para una Juventud Saludable, pretende proveer fondos federales para incrementar la educación sexual comprensiva, en pocas palabras una que suministre información médicamente actualizada acerca las diferentes manifestaciones de la sexualidad de manera completamente secular y sensitiva a las personas no heterosexuales.

La ruta a seguir es muy clara, podemos reproducir eternamente conceptos milenarios y obsoletos de inequidad sexual y de género, sumándonos a políticas educativas como la del estado de Alabama, en dónde profesores/as de educación sexual están obligados/as a predicar (no a enseñar) que la no-heterosexualidad es un estilo de vida inaceptable, enfermizo y criminal, o por el contrario, podemos conservar la salud física y mental de la futura generación de jóvenes que podrían añadir la discriminación sexual a la lista de justificaciones para el exilio. Os exhorto a redefinir el tabú.

P.D. En mi opinion, la celebración del Día Internacional de la Mujer es incompatible con el rechazo a la Educación con Perspectiva de Género. Algo para pensar…